Este libro se publicó por vez primera en 1979. Y en 1984 en su versión castellana. Recuerdo que comencé la lectura a finales de los noventa, durante los últimos cursos de los estudios universitarios.
En la Escuela de Arquitectura nos especializábamos en Urbanismo, y era habitual la lectura de este tipo de textos específicos sobre esta ciencia de proyectar ciudades. Hace unos meses, supongo que movido por la nostalgia del recuerdo de aquellos maravillosos años, retomé su lectura a partir del tema 6: Francia, siglos XVI al XVIII. En ese punto había quedado, tras la lectura de los capítulos dedicados a las primeras ciudades, Grecia, Roma, el Medievo y el Renacimiento.
La Arquitectura es un arte con principio de necesidad, tal y como enunciaba el maestro Carvajal. Y al ser un humanismo, a ella se puede acceder desde infinidad de ámbitos. Uno de ellos es el urbanístico. Hay una belleza que se descubre en el límite entre los edificios y el espacio delimitado por ellos. Llegados a ese límite, es difícil definir con exactitud si dicha belleza se produce por la calidad arquitectónica de lo edificado o por la impresión causada por el conjunto urbano.
Hay otra posible lectura de lo construido, y es la del planeamiento urbanístico. En ésta disciplina aparecen las claves históricas y técnicas que sirvieron para desarrollar las ciudades en las que habitamos. Esta lectura en clave urbanística de la Arquitectura ha sido también para no pocos arquitectos una llamada a su vocación profesional. La lectura del plano de una ciudad no permite manipulaciones ideológica y en ella aparecen claramente las influencias y las ideas bajo las que se creó e inspiró la ciudad.
Este libro nos muestra el desarrollo de las principales ciudades de la historia desde su planimetría. Se comienza la lectura con la atención puesta en la forma urbana, pero a lo largo de las páginas, se termina descubriendo que no se trata de una historia de las ciudades, sino que más bien, se trata de una historia de la humanidad, a través de las principales ciudades.
Es especialmente emocionante el capítulo 9, España y su Imperio: siglos XV al XVIII, en el cual no podemos menos de admirar la grandísima obra de desarrollo de la humanidad que la nación española llevó a cabo. Teniendo en cuenta los medios con los que se contaban, y el balance de la empresa, seguramente sea la mayor gesta jamás realizada por una nación en toda la historia de la Humanidad.
Además de este episodio, también emociona el detalle en la creación, entre otras, de las ciudades de París, Londres o de Nueva York, creada por los holandeses en 1624 con el nombre originario de Nueva Amsterdam.
Todo un clásico de la historia del urbanismo, este libro presenta un completo panorama del desarrollo de la forma urbana desde las primeras ciudades de la Antigüedad hasta los albores de la Revolución Industrial en Europa y la Guerra de la Secesión en Estados Unidos, un recorrido complementado con una serie de apéndices adicionales sobre el lejano Oriente, la India y las civilizaciones precolombinas. (Editorial GG)
A. E. J. Morris estudió arquitectura y urbanismo en el University College de Londres y fue miembro del Royal Institute of British Architects (RIBA) desde 1958. (Editorial GG)