domingo, 26 de febrero de 2017

Historia de la Forma Urbana. Desde sus orígenes hasta la Revolución Industrial. A. E. J. Morris.



Este libro se publicó por vez primera en 1979. Y en 1984 en su versión castellana. Recuerdo que comencé la lectura a finales de los noventa, durante los últimos cursos de los estudios universitarios. 

En la Escuela de Arquitectura nos especializábamos en Urbanismo, y era habitual la lectura de este tipo de textos específicos sobre esta ciencia de proyectar ciudades. Hace unos meses, supongo que movido por la nostalgia del recuerdo de aquellos maravillosos años, retomé su lectura a partir del tema 6: Francia, siglos XVI al XVIII. En ese punto había quedado, tras la lectura de los capítulos dedicados a las primeras ciudades, Grecia, Roma, el Medievo y el Renacimiento.
   
La Arquitectura es un arte con principio de necesidad, tal y como enunciaba el maestro Carvajal. Y al ser un humanismo, a ella se puede acceder desde infinidad de ámbitos. Uno de ellos es el urbanístico. Hay una belleza que se descubre en el límite entre los edificios y el espacio delimitado por ellos. Llegados a ese límite, es difícil definir con exactitud si dicha belleza se produce por la calidad arquitectónica de lo edificado o por la impresión causada por el conjunto urbano.

Hay otra posible lectura de lo construido, y es la del planeamiento urbanístico. En ésta disciplina aparecen las claves históricas y técnicas que sirvieron para desarrollar las ciudades en las que habitamos. Esta lectura en clave urbanística de la Arquitectura ha sido también para no pocos arquitectos una llamada a su vocación profesional. La lectura del plano de una ciudad no permite manipulaciones ideológica y en ella aparecen claramente las influencias y las ideas bajo las que se creó e inspiró la ciudad.

Este libro nos muestra el desarrollo de las principales ciudades de la historia desde su planimetría. Se comienza la lectura con la atención puesta en la forma urbana, pero a lo largo de las páginas, se termina descubriendo que no se trata de una historia de las ciudades, sino que más bien, se trata de una historia de la humanidad, a través de las principales ciudades.

Es especialmente emocionante el capítulo 9, España y su Imperio: siglos XV al XVIII, en el cual no podemos menos de admirar la grandísima obra de desarrollo de la humanidad que la nación española llevó a cabo. Teniendo en cuenta los medios con los que se contaban, y el balance de la empresa, seguramente sea la mayor gesta jamás realizada por una nación en toda la historia de la Humanidad.

Además de este episodio, también emociona el detalle en la creación, entre otras, de las ciudades de París, Londres o de Nueva York, creada por los holandeses en 1624 con el nombre originario de Nueva Amsterdam.

Todo un clásico de la historia del urbanismo, este libro presenta un completo panorama del desarrollo de la forma urbana desde las primeras ciudades de la Antigüedad hasta los albores de la Revolución Industrial en Europa y la Guerra de la Secesión en Estados Unidos, un recorrido complementado con una serie de apéndices adicionales sobre el lejano Oriente, la India y las civilizaciones precolombinas. (Editorial GG)

A. E. J. Morris estudió arquitectura y urbanismo en el University College de Londres y fue miembro del Royal Institute of British Architects (RIBA) desde 1958. (Editorial GG)

lunes, 20 de febrero de 2017

Libro de Jeremías. Profeta Jeremías en el Antiguo Testamento.



"Maldito el que hace la obra del Señor con negligencia". Jeremías 48, 10.

A los cristianos de hoy en día, este libro nos muestra cómo los miembros de la Iglesia también en la actualidad estamos en manos del Señor. Corremos el peligro de alejarnos de su Amor, para dar culto a los "dioses extranjeros". Pero en realidad, toda nuestra vida está en sus manos. Y sólo de Dios nos llega todo bien que podemos alcanzar.

Por ello es un sinsentido rechazar su Amor y dejar de bendecir su Nombre y no cultivar la relación de intimidad con Él. 

A pesar de todos los desvelos del Señor por su Iglesia, al igual que con el pueblo elegido del Antiguo Testamento, el Señor permite que las calamidades y los pueblos enemigos la dobleguen, por haberse alejado de su culto amoroso. El buen Dios se sirve incluso del rey extranjero Nabucodonosor para depurar el amor de su pueblo hacia Él, y para salvar una pequeña porción de su Pueblo, que será quien mantenga la Luz de su Revelación.

En la Iglesia, a pesar de todo,  habrá siempre un resto de personas santas, bajo la predilección del Señor. Como el profeta Jeremías, esas son las que guían al pueblo del Señor en su Historia de Salvación, a pesar de que Él permita épocas de oscuridad y calamidades, resultado siempre del alejamiento de su Camino.

"Jeremías es el segundo de los profetas mayores. Su libro está centrado en la figura y predicación del profeta Jeremías, que vivió en las últimas décadas del reino de Judá (año 605 a.C. y siguientes). Fueron años de singular importancia, pues en ellos ocurrió la caída del imperio asirio, el renacer del babilónico y la desaparición definitiva del reino de Judá con la deportación a Babilonia de las personas que tenían más influencia en el país". Sagrada Biblia. Tomo 4: Libros proféticos. EUNSA.

sábado, 18 de febrero de 2017

La Academia Residencia DYA. José Luis González Gullón.



Relato vibrante de la creación de la Academia Residencia DYA. Toda labor lleva en sus momentos embrionarios las características esenciales de su posterior desarrollo. Y en la Academia encontramos el ADN de toda labor apostólica del Opus Dei: entrega personal en familia, buscando únicamente la gloria de Dios.

Emociona el leer en este libro la entrega heroica con la cual San Josemaría y los primeros miembros del Opus Dei promovieron la Academia DYA. Mirándolo con nuestros ojos tan calculadores, tan previsores... y quizás tan "tibios", todo aquello nos puede parecer incluso una temeridad y una locura. Pero como decía San Josemaría: "¿Loco?... ¡Sí!, ¡pero loco de Amor!".

Emociona imaginarnos a aquellos jóvenes universitarios, tan preparados intelectualmente y de buena posición social en su mayoría, jóvenes médicos, arquitectos, ingenieros... jugándose hasta la vida por el sueño apostólico de San Josemaría. Se ve en el relato que, como la viuda del Evangelio, muchas veces, si no en la totalidad, entregaron de lo que necesitaban, más que de lo que les sobraba.

Biografías impresionantes, memorias, historia, situación social, universidad, tramitación administrativa... A lo largo de las páginas vamos conociendo al detalle un pedacito de la historia de la Obra y de España.

¡Y qué sorpresa tan entrañable el descubrir al gran arquitecto D. Alejandro De la Sota como pianista consumado en su época de joven residente de DYA! 

"Josemaría Escrivá de Balaguer funda el Opus Dei ocho años antes de que estalle la guerra civil española. Se encuentra en Madrid solo, con veintiséis años, la gracia de Dios y buen humor -decía- y un mensaje en las manos entonces desconcertante: la llamada universal a la santidad en la vida ordinaria.

En este relato, el autor analiza la primera actividad de apostolado corporativo del Opus Dei, impulsada directamente por su fundador en ese período: un libro para conocer las claves de su posterior desarrollo por todo el mundo"
José Luis González Gullón es doctor en Historia y en Teología y miembro del Instituto Histórico San Josemaría Escrivá.

viernes, 17 de febrero de 2017

Amoris Laetitia. Papa Francisco.



Allí donde sufre la familia, la Iglesia sufre, y viceversa. Ante este panorama, el Papa Francisco publicó la exhortación apostólica Amoris Laetitia, sobre el amor en la familia. 

Una de las ideas que con mayor fuerza aparecen es la necesidad de ver la familia como sujeto de Evangelización. Puede que hasta ahora se pensara en la Evangelización como un asunto de implicación personal de algunas personas, de misioneros, o incluso, en el mejor de los casos, de todos los cristianos, incluyendo a los laicos, pero creo que es una novedad radical el pensar la familia como agente evangelizador. Pensar la familia cristiana como sujeto de transformación de la sociedad, con sus relaciones de cariño conyugal y paterno-filial. Se trata de animar a las familias cristianas a hacer un apostolado de toda la familia. De ahí que la propia Iglesia se impregne, a su vez, de una esencia más familiar. El nuevo sujeto de Evangelización que surge de la Amoris Laetitia es la suma de Iglesia y familia. Iglesia-familiar y Familia-Evangelizadora. 

Al darle tanta relevancia a la familia, aparecen también, todas aquellas situaciones en las que la familia está herida. Estas heridas tienen su origen en el individualismo y en el funcionalismo. De estas ideologías surge la soledad, la gran enfermedad espiritual de nuestro tiempo. Es aquí a donde se dirige la atención del Papa Francisco y de la Iglesia, al acercase a todas las familias, con especial cariño a aquellas que han quedado heridas. En la fragilidad de la alianza entre marido y mujer es de donde toma fuerza la ideología de género, que está basada en el individualismo, ya que es el individuo el único que se autodefine, sin tener en cuenta su propia naturaleza, ni las relaciones que son consecuencia de esta.

Siendo consciente de todas estas dificultades, el Papa Francisco propone ayudar sin condenar y ser misericordiosos. Curar las heridas, escuchar, acompañar, discernir e integrar.

Para superar esta situación de fragilidad, de soledad, es en donde la Iglesia propone la medicina de la familiaridad. Nos propone redescubrir la vocación histórica de la alianza entre mujer y hombre, no tanto como un asunto espiritual, sino como una fuerza de transformación de la sociedad. Construir una familia para cambiar la sociedad. Redescubrir la familia, aunque no ésta no esté en plenitud. 

En el mundo de hoy, sólo el Papa Francisco, tras los pasos de San Juan Pablo II y Benedicto XVI, está planteando soluciones reales y universales a todos estos problemas tan urgentes. Ningún otro líder lo está haciendo, en parte porque también el liderazgo ha caído bajo la amenaza de lo provisional. En medio de todo este mundo virtual y efímero, la propuesta de una Iglesia familiar y una familia Evangelizadora es realmente una luz esperanzadora para los creyentes y para todas las personas de buena voluntad.

domingo, 12 de febrero de 2017

Ultimas Conversaciones con Peter Seewald. Benedicto XVI.




En este libro-entrevista, el periodista alemán Peter Seewald nos acerca de manera excepcional a la persona de Joseph Ratzinger, elegido papa número doscientos sesenta y cinco de la Iglesia católica, bajo el nombre de Benedicto XVI. Éste responde a las preguntas formuladas con una gran humildad y sencillez. En ocasiones incluso dejando entrever puntos de vista, posicionamientos teológicos y hasta luchas personales que humanizan de manera extraordinaria su figura.

En la entrevista, se abordan todos los temas que son relevantes en el ocaso de cualquier vida cuyo fin se intuye cercano. Una vida, la del papa emérito, vivida con una intensidad intelectual y espiritual fuera de lo común, pero vida humana finita al fin y al cabo. Así, a lo largo del libro aparecen los primeros recuerdos, la familia, la juventud y los éxitos y "fracasos", bien como joven profesor universitario bien como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, servicio para el que es elegido a la edad de 78 años, y en el cual renuncia tras ocho años de ministerio. Esta renuncia convierte su testimonio en una voz absolutamente novedosa, ya que su renuncia es una decisión que nunca antes un papa realmente reinante había tomado en toda la historia de la Iglesia.

Joseph Ratzinger, en el balance de toda una vida, se nos muestra un hombre de una profundísima sabiduría, en cuya biografía ha quedado impresa la búsqueda humilde pero infatigable de las respuestas a los grandes dilemas de la humanidad y de la Iglesia de nuestra época.
Un hombre cuya vida y obra quedan como testimonio pleno de luz y sabiduría para todas las generaciones futuras.


"Creer no es otra cosa que, en la noche del mundo, tocar la mano de Dios y así, en el silencio, escuchar la Palabra, ver el Amor" (Benedicto XVI, al concluir los ejercicios espirituales para la Curia Romana, el 23 de febrero de 2013, antes del final de su pontificado).

"Por primera vez en la historia del cristianismo, un papa hace balance y habla sobre su renuncia, su pontificado y su vida. En estas páginas se abordan tanto los acontecimientos decisivos de su pontificado como los recuerdos sobre su familia, la relación con importantes compañeros de camino y las preguntas acuciantes sobre el futuro de la Iglesia católica" (Peter Seewald).